En la última década el mundo laboral ha sufrido una serie de transformaciones, la globalización ha ganado un papel trascendental en dicho contexto, en vista que, gracias a ella, ha existido un progreso tecnológico y un desarrollo económico mundial.
De esta manera, el mercado laboral se ha expandido generando nuevas profesiones y, con ello, nuevos puestos de trabajo. No obstante, paralelamente a este progreso, se han elevado los riesgos con respecto a la seguridad y salud en el trabajo al suscitarse nuevas actividades; esta situación se agrava al encontrarse nuestro mercado laboral inmerso en una economía empresarial no solo formal, sino también informal.
En el contexto expuesto, en el año 2003, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el día 28 de abril como el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Ello, con ocasión de una campaña internacional destinada a promover la prevención de enfermedades y accidentes laborales, vale decir, promover la salud y la seguridad en el trabajo.
Campaña que viene recogiendo sus frutos al día de hoy, debido a la disminución que en los últimos años refleja las cifras sobre muertes, accidentes y enfermedades laborales; esto en vista que son muchos los países que están actualizando sus políticas nacionales sobre este tema. En efecto, el apoyo realizado por parte de las instituciones a esta campaña, así como a la inversión en la prevención, han generado la reducción de muertes, accidentes y enfermedades profesionales, reflejándose una mayor productividad en las empresas y el mejoramiento en la calidad del empleo.
Desde esa perspectiva, la OIT da un paso adelante y ha establecido como tema central los riesgos emergentes y las pautas de prevención en un mundo laboral dinámico, con miras a los desafíos mundiales actuales y al nuevo contexto de las prácticas de salud y seguridad laborales.
Como ejemplo de este último punto, el Consejo de Administración de la Oficina Internacional del Trabajo aprobó una nueva lista de enfermedades profesionales (ver listado en: www.ilo.org/safework), con la finalidad de ayudar a los países en la prevención, el registro, la notificación y, si procede, la indemnización de las enfermedades causadas por el trabajo. Esta lista elaborada en marzo de 2010, sustituye a la que figura en el anexo de la Recomendación Nº 194 sobre la lista de enfermedades profesionales y el registro y notificación de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, adoptada en 2002.
Al respecto Seiji Machida, Director del Programa de la OIT sobre Seguridad y Salud en el Trabajo y Medio Ambiente (SafeWork), ha señalado que “A medida que nuestro mundo se desarrolla, con las nuevas tecnologías y los nuevos modelos de trabajo, los retos cambian y aparecen nuevos riesgos. Cuando no se adoptan medidas de seguridad y salud, o cuando estas medidas fracasan, pueden ocurrir accidentes, lesiones, enfermedades e incluso la muerte. Las víctimas de lesiones laborales y enfermedades profesionales tienen que ser compensados adecuadamente y es necesario tomar acciones de prevención en el lugar de trabajo para poder prevenir nuevas víctimas. Esta nueva lista de enfermedades profesionales refleja el desarrollo más novedoso en cuanto a la identificación y el reconocimiento de enfermedades profesionales en el mundo de hoy. E indica claramente donde aplicar la prevención y la protección”.
